CUERPO DE BOMBEROS DE TALCA
ALBERTO CONTRERAS MARCOU, 1a COMPAÑIA, +07/01/1954
La quietud de la cálida noche del 6 de enero de 1954 se vio de pronto alterada por el repiqueteo de la campanilla telefónica de la Sala de Guardia. Atendió el Cuartelero, y en forma nerviosa comenzó a anotar datos y pormenores. Simultáneamente por otra línea comunicaba al Comandante que estaba recibiendo un llamado de incendio, el que ya estaba confirmado. Se trataba de un siniestro en el campamento de ENDESA, ubicado en El Colorado, lugar situado a 45 kilómetros de Talca, en el camino El Pehuenche. De inmediato, el Comandante ordenó el toque de sirena que correspondía a incendio rural, y dispuso la salida del carro Chevrolet, de la Cuarta Compañía, por ser el más adecuado a la topografía del terreno.
En breves minutos se completó la dotación necesaria con el personal, y a las 23,30 horas parte la máquina con 15 voluntarios. Integraban el equipo bomberil el Comandante Salustio Sánchez Carmona; Ayudante General, Eugenio Rojas Cancino; Maquinista, Jorge García; Oficiales de Compañía Jaime Simón Preller, Julio Cárdenas Hall (actual Director del Museo Bomberil de Talca “Benito Riquelme”), Leopoldo Sánchez y los voluntarios Adolfo Concha, Leopoldo Sánchez Carmona, Julio Rivas, Aliro Cepeda, Enrique Monasterio, Arturo Duazo, Luis Alcaíno, Raúl Pino y ALBERTO CONTRERAS MARCOU.
Los primeros minutos del nuevo día 7 de enero sorprende al carro bomba con su cargamento humano, trepando las primeras estribaciones precordilleranas. Seis minutos después va descendiendo para tomar la curva que enfrenta al puente sobre el estero “El Guindo”. En ese instante, el Maquinista se enfrenta a un imprevisto: pocas horas antes, una motoniveladora había removido la carpeta de rodado, para emparejar el camino y la señalización de peligro había sido sustraída por manos anónimas. El Maquinista García trata, desesperadamente de controlar la bomba en la tierra suelta, pero esta no obedece y va a estrellarse contra una baranda de concreto del puente. El impacto es terrible, nueve (9) voluntarios que van en los asientos posteriores, son despedidos y arrojados a la ribera opuesta, cayendo sobre un verdadero colchón de zarzamoras y arbustos; los restantes caen con la máquina al profundo lecho del estero. El carro bomba queda con sus ruedas hacia arriba y en su interior, aprisionados, seis (6) tripulantes entre los que se incluye ALBERTO CONTRERAS MARCOU.
Son las 00,29 horas del día 7 de enero.
El personal ileso, encabezado por el voluntario Adolfo Concha, inicia las tareas de rescate con celeridad, ya que el correntoso caudal ha cubierto de agua, en pocos instantes, la estructura del carro. Logran salir cinco (5) voluntarios, entre ellos el Comandante Salustio Sánchez, quien se hace cargo de la situación y ordena el recuento del personal.
Falta uno…
ALBERTO CONTRERAS MARCOU no responde a LA LISTA.
La noche, con su negro crespón, hace inútiles los titánicos y sobrehumanos esfuerzos para encontrarlo. Solamente cuando el día aclara, sus restos fueron ubicados a varias cuadras del lugar. Habían sido arrastrados por las caudalosas aguas del torrente.
Ha transcurrido más de medio siglo de tan infausto acontecimiento y la memoria de ALBERTO CONTRERAS MARCOU ya es parte del historial Primerino como ejemplo de heroísmo sin límite ante el deber impuesto en forma voluntaria.
JUAN AVENDAÑO JARA, 4a COMPAÑIA, +17/03/1968
En menos del plazo calculado, se reunieron los dineros, gracias a las donaciones de la industria, el comercio, la agricultura, los escolares de las escuelas del barrio Estación, bien alentados por sus profesores y de todo el vecindario. El resultado fue la máquina Chevrolet 1951, este carro bomba forma parte de la vida de la Población Oriente de Talca.
En esta bomba se dirigía el personal de la Primera Compañía de Talca, al campamento “El Colorado” de ENDESA en donde según el informe recibido en el Cuartel General, se había declarado un incendio de magnitud, pero un accidente producido en la cuesta “El Guindo” llevó al Martirologio al voluntario “Primerino”, don Alberto Contreras Marcou, el 7 de enero de 1954.
De este mismo carro, el 17 de marzo de 1968, se bajó mientras salía a un incendio producido en San Clemente, el voluntario de la Cuarta Compañía de Talca, don JUAN DE DIOS AVENDAÑO JARA, para buscar su uniforme y posteriormente en su moto dirigirse al lugar amagado, pero en un choque producido en el cruce “Varoli” perdió la vida, convirtiéndose en el segundo mártir del Cuerpo de Bomberos de Talca.
Se agradece la colaboración del Sr. Carlos Carvajal Araya, Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Pencahue, quien hizo llegar estos antecedentes para su publicación.