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Estampillas
"Un día soñé"
PRIMER PREMIO- I NIVEL (7°-8° BASICO)
Jaime Sanzán Graniffo
Liceo Luis Valenzuela, Coinco
“II Concurso Nacional Escolar de Pintura y Cuentos, Bomberos de Chile". 1999

Era domingo, estaba sentado frente a la chimenea, llovía, miraba a través de la ventana y veía como el cielo lloraba, como teniendo pena o adivinado como si fuera a pasar algo, mientras pensaba, sentí que me llamaban, era una voz angustiada en busca de ayuda, era esa dama que siempre avisa cuando alguien me necesita, era la sirena, me paré, tomé un abrigo para cobijarme de la lluvia, me dirigí raudo y veloz, ya me esperaban aquellos hermanos que sienten igual que yo, que los impulsa sólo el placer de servir, algunos empapados por la fuerte lluvia. Estaba Pedro, que es un obrero de la construcción, es humilde, trabaja duro para poder mantener su familia y el poco tiempo que le queda lo usa para ir en ayuda de los demás, como dice él "NO SABRÉ LEER NI ESCRIBIR, PERO PUCHA QUE ME GUSTA SER BOMBERO". Junto a él estaba don Fernando, profesional, médico, un hombre culto pero como dice él "mi vocación es social, pero en mi trabajo me pagan por ello, sin embargo mi verdadero orgullo es saber que yo pude ayudar por que yo lo quise hacer". Y así ya íbamos en el carrito que hace lo que puede a pesar de todos los años que ya tiene, yo sé que en su espíritu es joven, nunca nos ha dejado mal, siempre sale a la primera al mando de Manuelito, que nos dice cuando va a partir, "ya cabros nos fuimos, afírmense que nos tenemos que ir como un cuete, miren que nos necesitan hoy día, no mañana".

Ya llegando al lugar nos sale de la casa la Sra. Rosita diciendo "apúrense chiquillos que se me moja el gato", como ella era sola y tan gorda no podía bajar al animalito, además el gato era su único compañero, nos llamó a nosotros, Pedrito se subió como un mono arriba del árbol y le bajó el gato, la Sra. lo tomó en sus brazos y lo arrulló y nos dijo "pasen cabros no se queden en el agua no ven que les puede dar una pulmonía, no saben que soldado que arranca sirve para otra guerra". Pasamos y tenía la tetera arriba del brasero, nos sirvió sopaipillas, nos sentamos alrededor de la mesa, comimos rápido y nos fuimos para nuestra segunda casa, el Cuartel, estaba la estufa prendida para que nos secáramos un poco la ropa. Yo me fui de inmediato para mi casa a cambiarme de ropa, porque si sonaba de nuevo la sirena quería estar listo, cuando llegué a la casa, todos estaban alrededor de la chimenea esperando al bombero, me preguntaron qué era lo que había sucedido, yo les dije, "no saben, a la Sra. Rosita se le arrancó el Cholo, el pobre si no es por los bomberos, se le muere de una pulmonía, ahí se nos queda doña más sola y se nos muere de pena".

Me tomé mi leche que se enfriaba sobre la mesa y me fui a dormir. Cuando sentía que estaba recién en mi primer sueño y siento la sirena, me levanté ágilmente y me doy cuenta de que era el reloj despertador que sonaba, lo primero en que pensé fue en el sueño que tuve anoche, mi madre me dijo "apúrate Juanito, vas a llegar tarde al Colegio", tomé mi bolsón y me dirigí a clases, cuando pasé por fuera de la casa de la Sra. Rosita, y el Cholo estaba en el mismo árbol que lo vi en el sueño, fui y lo bajé, y se lo fui a dejar cuando se lo entregué me regaló una sopaipilla y me dijo usted debería ser Bombero Juanito y yo le contesté, "dentro de muy poco".

Lo siguiente que hice fue dirigirme al cuartel, me recibió don Fernando y antes que me preguntara que necesitaba, le dije "quiero ser Bombero", y me preguntó "¿por qué?, y desnudando mi alma le respondí "porque hay muchos que me necesitan, y por que Dios a través de un sueño, me hizo descubrir el espíritu de un hombre noble, servil, disciplinado, amable y desinteresado que llevo por dentro".

GRACIAS, DIOS MÍO, POR PERMITIR QUE SEA BOMBERO.