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Estampillas
EL PEQUEÑO BOMBERO
MENCIÓN HONROSA- I NIVEL
Karen Vergara Peña 
10 años
 5º Básico, Escuela Villa Culenar, Talca
“V Concurso Nacional Escolar de Pintura y Cuentos, Bomberos de Chile". 2002


Hace mucho tiempo, cuando Talca era un pequeño pueblito, vivía aquí un niño llamado Patricio que quería ser bombero, pero sus padres no querían porque les daba miedo que sufriera un accidente y también porque era muy pequeño, tenía sólo diez años. 

Él no lo entendía, pero lo aceptaba, aunque de malas ganas esperando crecer y convencer a sus padres de su vocación. Para él los bomberos eran sus héroes, ya que arriesgaban su vida por salvar a los demás sin esperar nada a cambio.

Sus padres se trasladaron a Santiago, esperando que ahí Patricio se preocupara más de sus estudios y, como tendría mucho más que hacer, olvidara sus deseos de ser bombero. 

Patricio iba todos los días a clases, no descuidaba sus estudios, pero seguía pensando en ser bombero. Cuando por casualidad veía algún incendio, corría tras las bombas soñando con ser algún día el que manejaba el carro. 

Se le empezó a ser costumbre seguir el carro bomba y subir atrás para ver todo lo que hacían los bomberos y así aprender, pero todavía era muy pequeño y no lo aceptarían. 

Un día, se produjo un incendio enorme en un edificio de 10 pisos, una estufa en mal estado provocó incendio y en unos minutos todo el edificio ardía en llamas. Patricio escuchó la llamada de los Bomberos y, luego, la sirena de un carro bomba que pasaba por frente de su casa, luego otro y otro y otro más. A pesar de sus escasos diez años, se dio cuenta de la magnitud de la tragedia y corrió y corrió tras los carros bombas hasta el edificio. 

Todo estaba cercado, el incendio era enorme, en los alrededores había muchos curiosos. Pero en el interior del edificio había mucha gente atrapada y desesperaba pidiendo ayuda por las ventanas. Los bomberos con sus trajes y sus implementos trataban de apagar el incendio, otros entraban una y otra vez al edificio salvando a las personas allí atrapadas. Una señora lloraba y pedía que, por favor, salvaran a su bebé de sólo unos meses de edad que había quedado en el interior del edificio en su cunita. Todo estaba en llamas y la única forma de llegar al cuarto del bebé era por el conducto de ventilación, pero era muy estrecho y ningún bombero cabría por ahí. 

Patricio escuchó a la desesperada señora y corriendo fue al carro bomba. Sacó un traje de bombero, se lo puso y se fue al conducto de ventilación. Con gran valentía, entró por ahí hasta donde estaba el bebé y con él en brazos se acercó a la ventana del quinto piso y empezó a pedir ayuda. Los Bomberos pusieron una lona y Patricio saltó con el bebé en sus brazos, así lo salvo de una muerte segura. 

Toda la gente que estaba en el lugar se encontraba contenta y admirada del valor del pequeño Bombero. Todos trataron a Patricio como un héroe, sus padres estaban orgullosos de él. 

Cuando creció pudo por fin ser un bombero y creó una nueva Compañía de Bomberos en su ciudad natal.