Antología Poética Bomberil

UNA NOCHE MÁS

Una noche más de guardia, todo tranquilo en el sector, mientras en la guardia algunos duermen como el Alfredo y el Negro, otros en sus respectivas piezas conversando un cigarro, el Pinky cuenta sus aventuras en la ambulancia, yo (Pancho) y el chico Castillo lo escuchamos y tiramos una que otra talla, mientras en el pasillo de la guardia Gettinni y el Chino alientan la pelea chistosa de Elie y Lara, ahhh¡¡¡ se me olvidaba el Trukero esta en Internet y el Chuto que no para de hablar; bueno como les decía una noche más, donde no somos individuos independientes del resto, en realidad si lo somos en cada una de nuestras actividades, pero no cuando nos toca actuar, ahí todo el grupo depende de uno y uno depende de todo el grupo, cuidarnos es un reflejo innato en nosotros, si uno cae, le extendemos nuestros brazos y lo levantamos, somos jóvenes capaces de entregarlo todo por un trabajo bien hecho, no pedimos nada a cambio, ni tampoco esperamos que nos lo agradezcan, no hay mejor agradecimiento que la satisfacción de una vida salvada o de un trabajo bien hecho.

Una noche más de descanso, ya es avanzada la noche, los guardianes duermen, todo parece tranquilo, pero en algún lugar algo pasa, siempre esta esa posibilidad de que una desgracia, una emergencia surja en cualquier momento.

De repente algo me despierta, un sonido estresantemente alertador, pero efectivo en su labor, abro mis ojos, veo todo teñido de rojo y como mis compañeros saltan de sus camas para vestirse con sus uniformes, me levanto tan rápido como ellos y comienzo a ponerme mi “mono”, maldición!! un pie no quiere entrar en la bota, pero lo logro después de un “bota conch……” bueno ustedes me entienden, me subo la jardinera, corro hacia el pasillo donde me espera tranquila pero ansiosa mi cotona y mi casco, tomo mi uniforme corro hacia la B-10 junto a mis compañeros….. - ¿Qué es? Pregunta uno, ¿A que vamos? Dice otro - …….. Les cuento, eran las 03:30 AM nos despacharon a un 10-0 (llamado estructural) es lo único que sabemos, en realidad nunca sabemos a lo que vamos, ni tampoco si volveremos……… como siempre en cosa de segundos nos dirigimos al lugar, Alfredo, nuestro Tte. 2º y jefe de Guardia, va a cargo ofreciendo una sinfonía en federal y sirenas, alertando, avisando a la comunidad que la décima va en camino, que la guardia nocturna de la décima va al servicio de sus vecinos, Vitoco nuestro cuartelero maneja de manera sólida nuestro maquina hacia el lugar del siniestro dando pinceladas de claxon en cada esquina, mientras tanto en la cabina el grupo se uniforma, cada uno sabe lo que tiene que hacer tanto individual como grupalmente, unos se ponen E.R.A., otros se ponen de acuerdo en como armaran, el Tte. nos informa que se ve gran desprendimiento de humo, mientras me uniformo les recuerdo a mis compañeros la labor que tiene designada cada pieza, y si quizás no salio un voluntario por quedarse para el Z, trato de cubrir esa labor designando a algún compañero.

Llegamos al lugar, como de costumbre se vive un ambiente de pánico, gritos, desesperación en la gente, se baja el teniente a revisar y luego de unos cortos segundos da la señal, la orden para que empiece la función, no hay tiempo ni margen para equivocarnos, unos arman a grifo, sacan los chorizos de la B-10, otros nos preocupamos de que la armada a base quede posicionada en un buen lugar, mientras los pitones y sus respectivas líneas se arman de manera optima, se trata de fuego en casa habitación, no hay vidas de vecinos comprometidas, pero si sus bienes, tenemos que ser eficaces pero también eficientes, ya esta todo armado, ahora es solo el fuego y la guardia décima, ahí cara a cara, luchando segundo a segundo con la fiera por cada centímetro de la casa, quizás en situaciones el miedo nos invade en nuestra forma de pensar, y nos damos cuenta de lo importante que es nuestra vida, pero por algo estamos aquí, por algo decidimos esta labor, no hay tiempo para tropiezos, podría ser fatal, mientras tanto llegan las otras compañías y voluntarios de la décima a apoyar en la labor, como les decía es otra noche más, pero una noche agitada, adrenalínica, estresante, agotadora, pero bien trabajada, luego de una ardua batalla contra el fuego se logra controlar la emergencia, no queda mas que remover escombros, remojar en lugares claves para dar por terminado nuestro trabajo.

Ahora empezamos retirar el material, ya se ha extinguido todo el fuego, el ayudante de turno toma los datos respectivos…….. Esta todo guardado en nuestra B-10 y el Tte. dispone a que los voluntarios tripulen para retirarnos del lugar, ya son las 05:15 AM nos dirigimos a nuestro cuartel con la satisfacción de la labor bien realizada, con la cabeza en alto por haber cumplido un papel optimo, como les contaba al principio somos un grupo de jóvenes capaces de entregarnos sin limites a nuestra labor, todo por el bienestar de nuestro vecinos, todo por dejar bien puesto el número y nombre de nuestra compañía.

Mientras nos dirigimos a nuestro cuartel, miro las caras exhaustas de mis compañeros y pienso …me alegro de haber tomado la decisión de ser bombero, me alegro de estar compartiendo la guardia con ellos, me alegro del buen trabajado desempeñado esta noche y también pienso en las personas afectadas, quizás ellos se pregunten porque lo hacemos, porque en vez de estar acostados tranquilos en nuestras casas o estar con nuestros amigos estamos ahí para ayudar desinteresadamente, sin querer y esperar nada a cambio……. ¿En realidad por que lo hacemos? …. Quizás la única respuesta que puedo encontrar es una frase que leí una vez y que la comparto con ustedes “El dar sin diferencia y el sentir de la emergencia superada como un logro más, es ese el momento donde nos damos cuenta que el ser bombero no es solo una vocación, sino que es un estilo de vida”……. Sí eso es, es pura vocación, son ganas de ayudar, son ganas de entregar sacrificio, dedicación y comprometernos a una labor de manera desinteresada, pero también es un estilo de vida, vida que cada uno de mis compañeros decidió llevar al momento de juramentar frente a nuestro estandarte, camaradas de ideales, familia y amigos.

Ya nos encontramos en el cuartel con los amigos guardianes, mientras unos se fuman un cigarro otros se acuestan, quedan quizás un par de horas para empezar un nuevo día y cada uno de nosotros parta a sus respectivas labores. Suena mi despertador, son las 9:30 AM, no queda otra me levanto, me ducho, me visto y parto a mis actividades diarias, se viene un día agitado, pero a la noche vuelvo nuevamente a la guardia nocturna, a pasar cono tantas veces una noche más.

Francisco Flores R

Guardia Nocturna.

10º Cía. "Bomba España"

Cuerpo de Bomberos de Santiago

Sgto, 18 de Mayo del 2006