“A OSVALDO FUENTES SARAVIA”
Mártir de la 2a. Compañía del Cuerpo de Bomberos de Concepción,
muerto en acto del servicio el 23/10/1941
El año cuarenta y uno corría,
del día veintitrés de Octubre,
la hora, decirles, no sabría.
La noche está clara y serena,
nada molestaba,
más, de pronto,
la alarma de incendio que sonaba.
Y allá en su casa,
el bombero que tranquilo descansaba,
siente en su pecho una voz que clamaba.
Arriba! ¡ve! ¡levántate!.
Corre donde el deber te llama!
Y corriendo por las calles,
rumbo a esa antorcha ardiente
que con sus llamas el cielo lame,
va el Voluntario sin distinción de Compañía .
Ahí va un cuartino, allá un quintino.
He ahí un segundino.
Sabía cada uno de esos hombre ignorados
que a cumplir con su deber corrían,
la suerte que el destino deparada le tenía.
Sabía aquel que con fuerza
a un fierro de su máquina se asía
la suerte que más tarde correría
aquel voluntario que a su lado iba.
No, no lo sabía.
Más, entre aquellos, entre esos,
que a cumplir con su deber corría,
había uno que tal vez su suerte presentía.
Uno, al que por una emoción,
o por un latido de su corazón,
su muerte ya le era sabida.
Pero valientemente, sin miedo,
a cumplir con su deber y su destino iba.
Su nombre; OSVALDO FUENTES SARAVIA,
Voluntario de la Segunda Compañía.
Ocho días hacia que sobre sus hombros
la casaca segundina vestía.
Ocho días en los que quizás
que de ilusiones y de trabajos
su mente tal vez forjaron,
pero que ese día,
Veintitrés de Octubre,
cuando el año cuarenta y uno corría,
y en el que la hora decirles no sabría;
por culpa del cruel destino,
de un rudo golpe, de un golpe se troncharon.
Autor : Mario Pérez Pacheco