MIENTRAS LA SIRENA LLORA
Estirpe de valientes. Flor de la raza mía.
Dad paso a sus falanges que marchan al deber.
Quijotes de este siglo, no tienen otra guía
que el ejemplo soberbio de sus hombres de ayer.
Miradlos. Silenciosos, como si en cada hora
una voz conocida comenzara a llamar ...
Aprendieron de niños la música que llora
cuando crece el peligro en el extraño hogar.
Todos saben que el hombre pede dar sus riquezas,
el valor de su brazo y lo que más amó,
que da también su ciencia, su arte, su belleza,
un poco de su fama, pero la vida, no.
Y el bombero entre todos los ciegos de egoísmo
alza la gallardía de su corazón
para ofrecer su vida en el momento mismo
en que el dolor ajeno pide el preciado don.
Por eso, cuando pasan las escuadras hermosas,
una emoción nos mueve quizás si a sollozar;
y quisiéramos todos los lirios y las rozas
para tejer alfombras y arcos de triunfo alzar.
Autora: Nelly Martínez Morales