BOMBERO
Poesía declamada por su autor, Samuel Fernández Montalva,
en la fiesta del Cuerpo de Bomberos llevada a efecto
en el Teatro Municipal de Quillota, mayo de 1915.
Para aquellos que sufren y lloran
el Bombero es el paño de lágrimas.
El hermano solícito y tierno,
para aquellos que huérfanos se hallan.
Y es el remo, bendito y seguro,
que al náufrago salva del mar de las llamas.
Si hay un ser incapaz, desvalido,
que pide limosna por calles y plazas,
el Bombero le tiende su mano
y, dulce, se apiada de tanta desgracia,
porque es el Bombero
para los que sufren el paño de lágrimas.
Si hay un hombre que en tierra extranjera
padece en silencio llorando nostalgias,
y en silencio, como ave sin nido
se muere soñando con tierras lejanas,
el Bombero le busca afanoso
y le brinda su hogar y su patria,
porque es el Bombero
hermano de aquellos que huérfanos se hallan.
Si hay un padre infeliz, que contempla
angustioso, perderse en las brasas,
el hogar donde amante ha vivido
con su compañera, los hijos del alma,
y objetos que tienen perfume de antaño,
que guardan caricias de cosas pasadas;
el Bombero, valiente y sublime,
ofrece su vida por vidas extrañas,
porque es el Bombero, el remo seguro
que al náufrago salva del mar de las llamas.