CUERPO DE BOMBEROS DE VIÑA DEL MAR
CLAUDIO FERNANDO PEREZ TORO, 3a COMPAÑIA, +05/06/1988
El domingo 5 de junio de 1988, a las 10:45 hrs. mientras se realizaba un ejercicio de práctica en el cerro Miraflores, en el sector Granadilla, volcó de campana la Unidad 31, Renault 4x4, de la Tercera Compañía del Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar, atrapando en su interior a los voluntarios señores Dennis Olivos, José Luis Castillo Céspedes y Claudio Fernando Pérez Toro, falleciendo trágicamente en el lugar este último.
El día domingo 3 de julio, en el lugar donde falleciera el primer Mártir del Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar, la comunidad de Miraflores Alto inauguró un monolito recordatorio de la tragedia, rindiendo así un homenaje a quien diera su vida en aras de los demás. Posterior a una misa de campaña, la tercera efectuó el ejercicio que estaba programado para ese fatídico 5 de junio, como un homenaje a su Mártir.
SEBASTIAN OYANEDEL HAACK, 8a COMPAÑIA, +29/03/2002
El día 15 de marzo de 2002, Sebastián había organizado un partido de fútbol con otros voluntarios, el que se había suspendido producto de una densa y húmeda neblina, que había cubierto a Viña del Mar y Reñaca. A pesar de ello, Sebastián acude al cuartel, con su equipo puesto, por si el resto cambiaba de opinión. Mientras esperaba, salió sin saberlo, a su último servicio.
Debía ingresar a un departamento en calle Balmaceda, a solo tres cuadras del cuartel. Sin embargo el infortunio hizo que su escala, la que ocupaba para subir hasta el departamento, actuara como conductor, para que los 11 mil voltios que pasaban por un cable eléctrico, se descargaran en su cuerpo. El fue rápidamente atendido por varios bomberos que llegaron al lugar, al igual que una ambulancia que lo trasladó al Instituto de Seguridad del Trabajo de Viña del Mar. Ahí se reunieron, no solo los bomberos de la Octava, sino que acudieron voluntarios de las demás Compañías del Cuerpo de Viña del Mar a brindar su apoyo al compañero lesionado.
Sebastián estaba herido, mas no rendido. Ayudado por los médicos y por la oración de sus hermanos bomberos, dio una dura batalla por mantenerse en este mundo. Debió ser trasladado a Santiago, donde la tecnología y experiencia del personal del Hospital del Trabajador parecían ser la última solución por mantenerlo vivo. Sin embargo, el 29 de Marzo, tras casi dos semanas de agonía, Sebastián dejó de respirar. Su cuerpo fue trasladado al Cuartel Séptima. Allí es recibido como mártir, siendo velado en el Salón de Honor de la Compañía. A la mañana siguiente, la Octava en pleno fue a buscar sus restos para llevarlos de vuelta a Viña del Mar. En el trayecto desde Santiago a Reñaca, Sebastián recibió honores de varios Cuerpo de Bomberos que formaron a orillas de la carretera para despedir sus restos, al igual que el cariñoso saludo de personas que sin conocerlo salieron a decirle adiós con un pañuelo blanco entre sus manos. Durante ese día fue velado en la Sala de Máquinas de su Octava, donde recibió la visita de familiares, bomberos y numerosas personas que llegaron al cuartel para orar por su eterno descanso.