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CUERPO DE BOMBEROS DE CURICO
CAYETANO FIGUEROA, 2a COMPAÑIA, +08/08/1914
La Segunda Compañía fue la primera que tuvo cuota de infortunio. El día 19 de mayo de 1914 la bomba a vapor de la Cuarta Compañía era traída por los voluntarios auxiliares de vuelta de un incendio de la Botica de don Cristóbal González en la Alameda de las Delicias. En el cruce de las calles Merced y Chacabuco, la pesada máquina dio un barquinazo sobre la calzada de piedra del río, cayendo bajo la caldera el auxiliar Cayetano Figueroa, quien al tratar de incorporarse fue golpeado con violencia por el caldero de la bomba, quebrándole la espina dorsal. Llevado a Santiago falleció allí el 8 de agosto de ese año.
JAVIER GARRIDO CORDERO, 3a COMPAÑIA, +15/02/1958
Un soleado día Sábado 9 de Febrero del año 1958, suena la sirena de la central llamando a sus voluntarios para concurrir a un incendio en dependencias del Seguro Obrero, en las calles Villota con Membrillar.
Eran las 16:30 horas aproximadamente, cuando el Voluntario de la Tercera, se dirigía hasta el lugar del incendio en la pisadera de un camión, en los instantes y casi al llegar a las intersecciones de Camilo Henríquez con Carmen, se atraviesa un ciclista, por lo cual el camión de forma brusca frena, y Javier Garrido, eyecta de la pisadera, cayendo en la solera, golpeando fuertemente su cabeza.
Después de seis días en estado grave en el Hospital de la ciudad, fallece debido a su gravedad.
Hoy en día existe un monolito recordatorio en el lugar en el que sufrió el accidente, donde el Mártir iniciara su viaje al más allá, cumpliendo con el deber de servir a la comunidad, ofreciendo su vida...
JUAN ANDRES BENDECK SABA, 6a COMPAÑIA, +31/10/2000
En circunstancias que el voluntario Juan Béndix Sabas, de la Sexta Compañía conducía su automóvil particular en compañía de su cónyuge por la Carretera Longitudinal, fue testigo de un grave accidente de tránsito, por lo que movido por su espíritu de solidaridad prestó de inmediato auxilio a las víctimas.
En esta labor se encontraba, cuando fue atropellado por otro vehículo, a raíz de lo cual falleció cumpliendo con su compromiso de servir a los demás. El Cuerpo de Bomberos de Curicó, reconoció la muerte del voluntario Béndix como en un acto propio del servicio, sumando su nombre al de los mártires del deber.
