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Estampillas
“UN PROBLEMA DE INSEGURIDAD”
Segundo Lugar del Primer Nivel
Autor: Camila Rojas Milla
Edad: 11 años
Colegio: Colegio p. Eben - Ezer
Curso: Sexto año Educación Básica
Ciudad: Antofagasta
Región: Segunda Región
* * *
Ya encontré la solución a mi problema. Este es mi problema: Como todos saben, la edad entre los 10 y 16 es de inseguridad y el no saber lo que queremos para nuestro porvenir. Eso es lo que me sucede a mí, pero finalmente ya me decidí: Seré bombera. Yo soy la Ale; sé que ser bombero es algo no muy conveniente ni que asegure una buena vida, pero es algo noble que vale la pena realizar.
Hoy se lo conté a mi mamá, puso una cara... De inmediato me imaginé que no le parecía bien.
- Todo lo que hemos dado tu padre y yo por ti; mira esta casa, con piscina y todo, vas a un colegio muy caro y la educación es excelente, todo lo que pides te lo damos, si no es imposible, y tú, nuestra única hija, ¿nos vienes a pagar así? –dijo, más neurótica que nunca.
- Mamá, ser bombero no es algo de otro mundo.
-¿Me viste cara de tonta, acaso? Ese es un trabajo de pobres, no les pagan nada, ese trabajo es para perdedores, ¿qué les vas a dar de comer a tus hijos? Dime, ¿con qué los vas a alimentar? ¿Ese futuro les vas a dar?
- Debí imaginarme que venir a hablar contigo sólo es una pérdida de tiempo, tú sólo piensas en el dinero y las comodidades.
Me fui indignada. Mi mamá sólo era una materialista, pensaba que me iba a
entender.
Hoy en la tarde fui a una Compañía de Bomberos a preguntar a qué edad pueden recibir voluntarios. Me dijeron que los voluntarios deben tener hasta cuarto medio de educación y tomar un año de auxiliar de bomberos voluntarios, y por supuesto asistir a un curso, tras el cual se graduará a los auxiliares.
A los 18 años...
Ya tengo 18 años y sólo faltan tres meses para mi graduación. Mi madre no me ha hablado durante los últimos 2 años y más encima me echó de la casa. Mi padre sí me habla, me compró un departamento y me deposita plata. Él no pudo hacer nada para que mi mamá cambiara de decisión, porque ella lo amenazó con irse de la casa y como mi papá no tiene carácter para ponerla en su lugar, no tuvo más remedio que obedecerle. Cómo será que ella le revisaba las boletas para saber si me ayudaba o no, y en eso encontró los papeles del departamento, y se fue de la casa, pero no se pudo acostumbrar a no tener vestidos ni jaccuzi, así es que se tuvo que quedar.
De haber emergencias las hay, pero son muy pocas a la semana. En el invierno hay más, por el asunto de las estufas. El otro día hubo un gran incendio, tuvimos que ir muchas compañías, la gente estaba adentro de la casa, fue en plena noche, había personas que dormían y con los gritos se despertaban más asustadas que perro atropellado. En algunos casos se atoraban las puertas y con el calor se apretaban más; por suerte, no hubo muertos ni lesiones graves.
Me han adelantado mi graduación porque soy una de las auxiliares más eficientes y dedicada de la Compañía. No es por ser vanidosa, pero tienen razón, porque la Compañía necesita gente como yo. Me llevo muy bien con los voluntarios y ya me incluyen en los incendios. Los auxiliares no apagan, sólo ayudan con las mangueras y reemplazan a los bomberos que faltan. Yo como en el comedor de los voluntarios, en el segundo piso, y cuando suena el timbre de emergencia bajamos todos por el tubo de metal, ningún auxiliar me tiene envidia porque eso es algo que nos enseñaron a todos; sí me dicen que soy patera, pero lo hacen en broma.
El fin de semana habrá una rifa a beneficio de la Compañía, pues los recursos que se otorgan a bomberos son siempre muy escasos y las necesidades abundan.
Hoy hubo reunión en la sala de eventos de la Compañía. Todos estábamos felices con los resultados que llevábamos en ese momento: el Comandante no tenía buena cara, pero como se la pasa serio, nadie se daba cuenta. Primero leyó el balance sobre todos los gastos que se harán en la rifa, después se nos ocurrió preguntarle al comandante cuánto dinero teníamos, ahí quedó la crema, él se puso muy triste, nos dijo que no lograríamos la meta, ya que ese dinero sólo alcanzaba para pagar los gastos y que teníamos que agradecer que los premios habían sido donados. Además, nos recordó que sólo faltan dos días para la “Gran Rifa” y que no era por ser pesimista ni pájaro de mal agüero, pero es casi imposible conseguir tanto dinero en poco tiempo.
- ¡Casi, pero no imposible!- dije con harto ánimo, pero parece que el ánimo no se contagió mucho- ¡Hey! Ya se nos ocurrirá algo- en vez de contagiarse lo bueno se contagió lo malo, hasta yo me desanimé. Pensé largo rato.
- ¡Ya sé!, hagamos una feria con juegos y cosas divertidas- exclamé con tanto afán, que me faltó el aire.
- El dinero que tenemos sólo alcanza para pagar- dijo el Comandante
- ¿Y si le pedimos un préstamo a mi papá? Mi papá se dará el tiempo de esperar hasta que tenga para pagarle.
Dicho y hecho. Le pedimos lo ya comentado a mi padre, y obvio que aceptó, postergamos un día más la “Gran Rifa”, para hacer la “Gran Feria de la Octava Compañía de Bomberos de Antofagasta”. Todo está bien preparado, y si tiene éxito superaremos la meta. Habrá juegos, artesanías, concursos, pequeños premios sorpresa, venta de comidas, autorizadas por supuesto, afiches, propaganda, música, fiesta, gente, payasos, humoristas, obras de teatro, números musicales y mucho entretenimiento. Eso sí que tendremos que trabajar demasiado, pero valdrá la pena, estoy segura. No cobraremos entrada porque será una feria normal, pero claro que tendrán que servirse algo aunque sea, además que la feria estará hasta el día antes de la rifa.
Hace cuatro horas que terminó la feria, nos fue de maravilla, logramos superar la meta, son como las dos y media de la madrugada, recién acabamos de desmontarla, las ganancias aumentaron el último día, en pocas horas será la “Gran Rifa” y ya no tenemos deudas excepto la que tenemos con mi papá, pero para pagarla tenemos harto tiempo.
Ya han pasado tres meses de mi vida, ayer recibí una llamada de mi mamá, me pidió perdón por todo lo que había hecho este tiempo y si podía asistir a la ceremonia, le dije que sería difícil perdonarla pero que lo intentaría, y que sí, que podía venir.
Hoy día se cumplió mi sueño: ya soy bombera. Todos mis compañeros hicieron una fiesta para mí y los demás bomberos nuevos lo pasamos genial. Mi mamá y mi papá ya se fueron, mi mamá ha cambiado mucho estos últimos días, pero todavía no puedo sacar conclusiones. En fin, mi vida ha cambiado rotundamente.
Ser lo que soy (Bombera) me ha traído muchos problemas, pero felicidad igual.
Espero que todos estos años de vida me sirvan para reflexionar que uno siempre tiene que luchar por lo que quiere, que tal vez en el trayecto haya tropiezos o se pierdan cosas que en realidad amas, pero al lograr la meta, todo es alegría.
Dedicado a “Bomberos de Chile”.