“URGENCIA... URGENCIA... NO SÓLO AGUA”
Tercer Lugar del Primer Nivel
Autor: Emilio José Mena Pinto
Edad: 11 años.
Colegio: “Manuel Vicuña Larraín”
Curso: Quinto Año “B” Educación Básica
Comuna: La Florida
Región: Metropolitana.
* * *
¡Urgencia! ¡Urgencia! ¡Incendio!
Después de lo ocurrido, llegó a la bomba una carta que decía: “Señores Bomberos,
debido a que se nos ha ocurrido una gran idea, ya no necesitaremos de sus servicios en
nuestra comuna, y rogamos prontamente se vayan de la bomba.”
Al leer esto, el jefe y los Bomberos se quedaron callados y dijeron ¿cuál será la idea
que nos puede reemplazar?
El jefe siguió leyendo y dijo que ésta es la gran idea del Alcalde de nuestra comuna:
“Pondré en cada casa un grifo y una manguera. Así, cada cual apagará su incendio sin
ayuda.”
Los días pasaron y hubo varios incendios y la gente los apagaba tan pronto como
empezaban. El Alcalde estaba feliz y los bomberos tristes. Claro, al principio todos estaban
felices, pero de a poco la cara de la gente se fue poniendo triste y aunque en la comuna no
habían incendios, algo pasaba que no eran felices.
Mientras, el Alcalde aparecía en televisión y radio hablando de su gran idea y que
contaba con el apoyo de los vecinos, pero una pregunta de una periodista le llamó la
atención: “Señor Alcalde, si bien ha solucionado los incendios ¿qué idea tiene para
solucionar las enfermedades respiratorias y contaminación y muchas muertes que ha habido
por este tema?”
El señor Alcalde respondió muy enojado: “¡Eso le corresponde a los médicos!”
Un día, en la comuna se estaba incendiando una casa, era la casa del Alcalde, y él
rápidamente salió y conectó la manguera y dio el agua del grifo y la fuerza del agua lo echó
al suelo, pero se paró muerto de la risa diciendo: Bomberos ¿para qué? Si esto es muy fácil
y divertido y cantaba Mojar, mojar, mojar que los bomberos pueden regresar
ja,ja,ja,ja,...... Se rió el día entero. Pero en la noche algo raro pasaba. Su hijita tosía y tosía
y su señora también y él miraba y miraba. “¡Se están ahogando!, gritaba. “¡Les dije a los
médicos que inventaran algo para esto! Sale olor a quemado, ¿qué hago? Tengo que cuidar
a mi hija y esposa, llamaré a los médicos.”
Cuando llegaron los médicos, le dijeron la solución la tienen los bomberos y él
respondió “¿por qué le echan la culpa a los bomberos si son ustedes los que no encuentran
la solución?” Después de ponerle oxígeno, se fueron pero al rato siguieron con ahogos,
entonces el Alcalde se acordó de lo que le dijo el médico y salió en busca de los bomberos.
Ahí estaban ellos con sus ropas puestas, con mirada triste y su carro impecable, pero triste,
cuando llegó el Alcalde y les dijo: “Vayan, por favor, a ver a mi hija que se ahoga.” El
bombero mirándolo le dijo: “lo único que faltaba, como no somos bomberos, seremos
médicos... Bueno, entre no hacer nada, vamos.”
Cuando llegaron, vieron que había habido un incendio porque sentían el olor a
quemado, este es el problema, tirar agua no es todo, también hay que ver que no queden
cenizas y palos humeando, por eso hay tanta contaminación y enfermedades.
El Alcalde se sentó y lloró amargamente, diciendo: “Por culpa mía que creía que ser
bombero era solo tirar agua, me doy cuenta de que he sido un tonto y les pido disculpas a
ustedes.” Pero, mirando que ellos habían solucionado el problema, volvió su mirada a los
bomberos y les dijo con voz burlesca: esto no cambia las cosas, ustedes no pueden seguir
en mi comuna, así que adiós, lo siento. Los bomberos sólo dijeron “¿es que no somos
necesarios?” y al alcalde respondió “NO”.
Al día siguiente, el Alcalde salió muy temprano con su hija al médico, para que la
revisara, pero de pronto una camioneta se le atravesó y chocó, quedaron atrapados, no
podían sacarlos, y la gente comenzó a gritar que llamen a los bomberos, pero en esta
comuna no hay bomberos – respondió el Alcalde adentro. Así es que un joven tomó una
moto y fue a la Compañía que estaba cerrada, a buscar a los bomberos y cuando llegaron
los sacaron con sus herramientas y prestaron los primeros auxilios. El Alcalde los miró y
les dijo “¿cuánto les debo?” El bombero, mirándolo, le dijo: “nada, sólo lo hacemos por
amor a la gente, aunque algunos no entiendan que no somos sólo agua.”
Entonces el Alcalde, tomándose la cabeza, dijo: “He aprendido la lección y pido
disculpas a todos los floridanos y siento mucha vergüenza y juro por Dios y mi Patria que
nunca más dejará de haber Bomberos en mi comuna.”
Desde ese día, los bomberos tuvieron nuevas y hermosas vestimentas y carros y la
gente los respeta, porque supieron que Bomberos significa seguridad y amor, y cuando
escuchan sus sirenas, recuerdan la historia de su alcalde, quien vive cantando:
BOMBEROS, BOMBEROS POR SIEMPRE BOMBEROS BUENOS.
* * *