¿Qué es más importante, mi trabajo o mi Labor?
PRIMER NIVEL- III NIVEL
Carmen Gloria Vargas
14 años
I Medio, Instituto Sagrada Familia, Punta Arenas
“V Concurso Nacional Escolar de Pintura y Cuentos, Bomberos de Chile". 2002
Hola, soy Víctor vivo en la ciudad austral de Punta Arenas, tengo 45 años y tengo 2 hijos, Andrés y Francisca. Soy una persona común y corriente como todas, pero hay algo que me diferencia de la gente común: soy bombero, mi lema es "Abnegación, Constancia, Disciplina". Eso es en lo que paso gran parte de mi vida y quizás es eso el fundamento para contarles esta historia, pero esto es sólo el comienzo, esto lo escribo porque ando buscando respuestas a mis interrogantes:
Un día me llama mi jefe y me dice :
- Víctor ¿ Cómo ha estado ?
- ¿ Yo, señor ?
- Sí, usted
- Bien, ¿por qué la pregunta ?
- Víctor, lo lamento, pero...
- Luego me entrega un sobre y éste decía:
"Sr. Víctor Ferreira: Me dirijo a usted para avisarle que a partir de hoy 4 de julio de 2002 se encuentra despedido por no cumplir con los horarios y actividades establecidas en éste Atentamente, Jefe de Personal"
- Víctor, lo lamento pero tus actividades como bombero te quitan mucho tiempo, yo pierdo capital y tú estás trabajando muy poco en la oficina.
- Sí, pero usted tiene que entender que tengo que cumplir con mis obligaciones de bombero.
- Lo sé pero a mí eso no me interesa, yo lo contraté para que trabaje 8 horas diarias no 6, ni 4.
Me quedé nulo, sin saber qué hacer o decir, salí rápidamente de esa infernal oficina la que tenía un clima tenebroso y muy frío, o eso sentí en ese momento, pero eso era sólo el principio de este día que iba a ser muy largo y eso yo ya lo sabía.
Llegué a mi casa le conté a mi mujer lo sucedido, pero ella ya estaba preparada, ya había estado preparándose para hablar conmigo y esta fue la gota que rebalsó el vaso, mi mujer, muy enojada, medio muda, y mirándome de forma ruda y seca me dice :
- Discúlpame Víctor, pero esto no da para más o son tus bomberos o yo, ya me estoy cansando de esta situación y me voy , pero esta vez definitivamente.
- No, si alguien tiene que irse ese debo ser yo y no tú que no tienes porque pagar por mis actos ni por todos mis errores si es que estos los podemos llamar errores.
Salí lo más rápido que pude sin mirar atrás, sin pensar un momento en lo que podía pasar, y caminé largamente por la ciudad fría y oscura, pensativo y cansado, era mi sueño o mi realidad, no sé, en ese momento no sabía qué hacer, estaba dependiendo de todos menos de mí mismo y eso me hacia sentir culpable. Por un momento pensé que lo mejor era dejar mi servicio en la bomba, pero no sé el porqué. Pero mientras caminaba yo mismo pensaba en que no podía depender de los demás y la gente no podía esperar a morir. Esto era un decisión rápida, ya que contaban conmigo para salvar a muchas almas en el resto de mi vida o de mí actividad estaba confuso e indefinido, porque sí me daba cuenta de que esto fue un compromiso que yo asumí conmigo, con las personas, en fin, con todos los seres vivos que me rodean.
Caminaba rumbo a mi casa, pensaba, a cada minuto estaba más indeciso. Sin embargo, algo me decía que esa mañana no iba a ser igual a las anteriores, pánico y tristeza me inundaban, me sentía agobiado. Llegando a casa, sentí que el olfato no me fallaba: era gas y provenía de alguno de estos lugares. Sin embargo, noté que salía de mi casa no se cómo pude, pero corrí rápidamente y encontré dentro, inconscientes, al lado de una lámpara vieja, a mi mujer, mi hija y el señor Ulloa (mi jefe), a quien encontré sobre el sofá. Él había ido a conversar conmigo sobre mi situación laboral, sentía que el tiempo era una eternidad que nunca iba a terminar este momento, pero luego pensé y llamé a mi Compañía, los que llegaron rápidamente a cooperarme.
Mi mujer y mi hija estuvieron dos días hospitalizadas, pero nada grave. Mi jefe, en cambio, estuvo internado una semana y media con riesgo de perder la vida. Yo creo que quizás eso fue lo que lo hizo reaccionar sobre mi labor y el servicio que prestaba.
Mejoró muy rápidamente y comenzó sus actividades rutinarias, y lo primero que hizo fue contratarme nuevamente y así también mi esposa me dejó volver a la casa y prometió poner todo de su parte para vivir en armonía, yo sé que los problemas no son únicamente estos, los problemas continuaron, pero hay que ir afrontándolos a medida que aparezcan. Jamás voy a dejar mi labor por que así como pasó con mi familia podría pasarle a muchas personas más, y ahora sé el dolor que se siente el saber que tu familia corre peligro, creo que se trabaja con muchas más ganas y creo que debo aprender mi lección: puedo ser padre, trabajador y bombero. En fin, yo soy el bombero y padre más feliz, ya que tengo lo más importante, mi base, "mi familia".