Copyright 2015 © Todos los derechos reservados
Web Design PaginasWeb7pro.com
Email de Contacto: antologiabomberil@msn.com
                       
Estampillas
RECUERDOS
PRIMER LUGAR- II NIVEL
Catalina Navarro Cáceres 
13 años
 8º Básico, Colegio San Ramón Nonato, Curicó
“V Concurso Nacional Escolar de Pintura y Cuentos, Bomberos de Chile". 2002


Vieja, pensar que voy a cumplir 15 años en la 4ª Compañía, quien fuera a pensar que ha pasado tanto tiempo, si parece que fue ayer cuando nació el amor de pertenecer a tan prestigiosa institución y sin percibir remuneración alguna, sólo la satisfacción de hacer el bien en el momento que más se necesita. Sí, 15 años en los cuales me ha sucedido de todo. Cómo olvidar mi primer incendio, te acuerdas vieja, que sonó la sirena alrededor de las 4 A.M., tú me ayudaste a vestir, sacaste la bicicleta del niño y partí, iba tan rápido que me pasé varios semáforos rojos, pero qué importaba, el deber me llamaba, el corazón me latía a cien por hora, me había subido la adrenalina, sólo deseaba llegar al cuartel para subirme al carro bomba y llegar al lugar del siniestro. Creo, vieja, que me demoré como 5 minutos no más, todos mis compañeros ya habían llegado, nos subimos al carro y partimos haciendo sonar la baliza. Cuando estuvimos frente al lugar del siniestro, el miedo se apoderó de mí, pero saqué fuerzas y comencé a apagar el incendio. Pienso que las llamas se veían desde lejos y el humo que emanaba era tan intenso que varios compañeros tuvieron que usar mascarilla para poder respirar, pero menos mal que no se accidentó nadie, sólo perdieron cosas materiales que creo que se recuperaron con el tiempo.


También cómo olvidar cuando murió Mario. Era el bombero más viejo que tenía la Compañía, recuerdo que tenía como 80 años, ya era voluntario honorario, y cuando fue enterrado a las 10 de la noche, todos los bomberos íbamos haciéndole guardia con unas antorchas en la mano y todos los carros tocaban sus balizas, y la sirena tocaba en el cuartel; era como un llanto, el sonido era diferente a otras veces, si hasta ella lloraba desconsolada con la partida de nuestro querido Mario. 


Pero lo que nunca olvido fue cuando la alarma sonó y como siempre partí raudamente al llamado, pero esta vez fue diferente porque sucedió en el día, estaba trabajando y no estabas tú como otras veces, vieja. El jefe me permitió salir, y así lo hice como tantas veces lo había hecho, pero el destino me jugó una mala pasada, porque cuando iba hacia el cuartel pasó un amigo y me llevó en su vehículo. Iba tan rápido que no se dio cuenta de que el semáforo había cambiado y nos chocaron, Amor, salí volando por el parabrisas y hasta ahí no más me acuerdo. Lo demás lo sé porque me lo has contado tú. Sé que mi amigo murió y que gracias a la Compañía de Rescate no sufrí la misma suerte. Por el contrario, sigo vivo y con ganas de seguir ayudando. 


Y ahora me encuentro aquí, ante tantas personas y con todos mis compañeros. Creo, vieja, que han pronunciado mi nombre, qué distraído soy, si hoy me condecoraran mis años de servicio. Quién iba a creerlo, 15 años y parece que fue ayer.