Antología Poética Bomberil

PAPÁ NO LLEGÓ

TERCER LUGAR - I NIVEL

Emanuel Felipe Anabalón Macaya

10 años

5º Básico, Escuela Villa La Paz, Talca

“V Concurso Nacional Escolar de Pintura y Cuentos, Bomberos de Chile". 2002

Sonaba la alarma con mucho clamor, todos dormíamos en la población. Mamá preguntaba ¿dónde está el papá?, seguro se ha ido, la alarma escuchó. Él nunca se queda aunque a veces enfermo, le respondí yo.

Pasaron las horas, nos fuimos a acostar, papá no llegó, allá en el incendio, en la faena de rescate seguro se quedó.

Recuerdo que esa noche nos acostamos muy tarde, pues varias visitas a la casa llegaron. Era Fiestas Patrias, compartimos, reímos, comimos todos juntos algunas empanadas y mote con huesillos. En la tarde, miramos la preciosa Parada Militar, donde los soldados con mucha gallardía marcharon rindiendo homenaje a nuestra Patria, orgullosos pasaban en cada escuadrón, también marchó un buen grupo de Bomberos que se veían muy bien y los aplaudieron bastante.

Hoy vienen a mi mente tantos pensamientos, algunos agradables, pero los que más recuerdo de pena, nostalgia y aflicción, porque papá nunca más llegó.

La casa se veía vacía, ya no se veía colgado el precioso uniforme de Bombero de papá. Pienso que él muy responsable al llamado de la alarma acudió, en ese incendio fueron muchas las personas que quedaron sin hogar; pero nosotros perdimos al papá. Las llamas se extendieron por gran parte de la población, el agua, como muchas veces, los grifos no funcionaban. Así, poco a poco, la calma volvió, gritos, llantos y quejas ya todo pasó.

Ha llegado la ambulancia y dos bomberos se llevó. Se ven asfixiados. ¡Dios mío, qué pasó!, grita desesperada la gente. Por fin, un oficial de turno a la casa llegó, su rostro se ve demacrado, algo malo pasó... Mamá grita, algo malo pasó ¿dónde esta papá?, ¿qué pasa mamita?, le pregunté. ¡Hijito querido, tu papito murió, muy solos en este mundo hemos quedado los dos! Recuerda, hijito, que él siempre dijo mi tarea es servir, Dios lo tendrá en su reino; porque por amor su vida entregó y a nosotros nunca nos faltará Dios.

Desde pequeño yo solía escuchar una canción de que a un Bombero lo iban a enterrar. Eso me produjo mucha pena, en que su vida tengan que dar por servir a los chilenos que nos vamos a incendiar.

Yo, con muchos sentimientos, les agradezco la pasión con que realizan su trabajo, no importando la condición. Este 30 de junio un saludo muy grande para esta noble Institución y un recuerdo muy grande a mi papito que nunca llegó.